En primer lugar, todo casino online confiable cuenta con al menos una licencia de funcionamiento otorgada por alguna de las entidades reguladoras del iGaming más reputadas del mundo, como la Autoridad del Juego de Malta (MGA), la Comisión de Juegos de Curazao (GCB) o la Comisión del Juego del Reino Unido (UKGC), entre otras.
Este es un factor primordial, puesto que dichas instituciones someten a las casas de apuestas virtuales a un riguroso examen para determinar si cumplen o no con los más altos estándares de seguridad y probidad en todo aspecto, y solo aprueban a aquellas que los cumplen todos.
En segundo lugar, los casinos online seguros tienen una amplia y variada selección de juegos de casino desarrollados por los mejores proveedores de software, pues éstos cuentan con certificación RNG que garantiza que cada juego paga lo que dice pagar.
Esta certificación es otorgada por organismos como eCogra, iTech Labs, Technical Services Bureau Global, BMM testlabs, Technical Systems Testing y Gaming Laboratories International, los cuales, además, realizan auditorías anuales para asegurarse de que todo continúa en regla en los casinos que han recibido su certificación.
Otro aspecto a considerar son los medios de pago, puesto que las plataformas de servicios financieros más seguras del mundo —como Visa, Mastercard, WebPay, PayPal, Skrill y Neteller— solo prestan sus servicios a aquellos casinos online que operan legalmente y son realmente confiables.
La disponibilidad y presteza del Servicio al Cliente es otro factor clave, ya que demuestra qué tan comprometido está un casino con la satisfacción de sus clientes, e idealmente debería estar disponible por medio de correo electrónico, línea telefónica y chat en vivo 24/7.
Por último, parámetros como el RTP global y los términos y condiciones generales de un casino en línea también permiten hacerse una idea de qué tan confiable es, puesto que son un fiel reflejo de su política interna y de la calidad del servicio que presta a sus usuarios.