En el craps, los jugadores se turnan para lanzar los dados y cada lanzador es el único que los lanza hasta que termine su turno. El juego se trata de predecir la suma de ambos dados en el siguiente lanzamiento, o una combinación específica de dos números.
Hay combinaciones de números que hacen ganar al lanzador, y otras que hacen ganar a los jugadores que no están lanzando el dado, pero todos apuestan contra la casa (es decir que nunca un jugador podrá ganarse las fichas de otro).
Cada partida equivale al turno completo de un mismo lanzador y se compone de dos etapas: la salida y el punto.
La salida es el primer lanzamiento del turno. Si en la salida el lanzador obtiene:
- Un “natural” (una combinación de dados que sume 7 u 11): el lanzador gana
- o un “crap out” (si sale un 2, un 3 o un 12, se conoce como “crapping out”. En ambos casos, la ronda termina allí.
Si sale cualquier otro número (4, 5, 6, 8, 9 o 10), se convierte en el punto. En este caso, la ronda continúa hasta sacar el punto o un 7. Si no sale ninguno, el jugador debe volver a tirar hasta sacar el punto o un 7.
Para mostrar en qué etapa se encuentra la ronda, se coloca un indicador sobre la mesa. Antes de la tirada de salida, este indicador muestra “Off” (inactivo). Luego de establecer un punto, el indicador se traslada al siguiente número relevante de la mesa y lo da vuelta para que muestre la palabra “On” (activo).
El jugador ocupa el lugar de tirador hasta que pierde la ronda. En la tirada de salida, el jugador gana la ronda si saca un natural y la pierde si saca un “crap out”. En las tiradas de puntos, el jugador gana la ronda si saca el punto y la pierde si saca un 7, lo que se conoce como “siete fuera”. El siguiente tirador es el jugador ubicado a la izquierda del tirador de turno.